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El dólar alcanzó su mayor valor frente al peso chileno desde el pasado 28 de noviembre, en una jornada que revirtió la baja de la moneda estadounidense en las últimas operaciones.
El dólar alcanzó su mayor valor frente al peso chileno desde el pasado 28 de noviembre, en una jornada que revirtió la baja de la moneda estadounidense en las últimas operaciones.
El dólar mantuvo su cotización, frente a la moneda local, sobre los 810 pesos.
El dólar dio un salto en la última jornada de operaciones y se acercó a su mayor valor histórico, al cotizarse en puntas de 823,40 pesos vendedor y 823,10 pesos comprador.
Durante la última sesión de la semana en ventanillas bancarias el dólar se vendió en 20.50 pesos y se compró en 19.65 unidades, esto de acuerdo con Grupo Financiero Inbursa; la depreciación del la moneda nacional se da por el temor a los efectos que causará en la economía mundial el brote de coronavirus.
Hasta hace tres semanas, el peso mexicano era la moneda estrella de los países emergentes. Hoy, es la más perdedora desde entonces. ¿La razón? Una venta masiva de pesos realizada por especuladores para cubrir las pérdidas de un número récord de contratos que apostaban a un alza de la divisa mexicana, dijeron expertos.
El peso chileno se derrumbó en la jornada y cerró con su menor valor histórico frente al dólar, al cotizarse en puntas de 842, pesos vendedor y 841,70 pesos comprador, lo que representa una caída de 15,40 pesos respecto de la sesión previa.
Después de haber subido más de 15 pesos en la jornada previa, en medio de la guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia por el barril del petróleo y la expansión del coronavirus, el dólar perdió parte de esas ganancias.
La Bolsa de Comercio de Santiago tocó su mínimo en cuatro años al cerrar con una nueva baja afectada por la incertidumbre mundial a causa de la expansión del coronavirus.
El Banco Central decidió extender un programa de instrumentos cambiarios hasta enero del próximo año, para respaldar la liquidez del sistema financiero local ante la turbulencia en los mercados internacionales por la propagación del coronavirus.
La estancada economía de México, cuyas expectativas para 2020 han empeorado por el brote de coronavirus y la caída en los precios del crudo, encontrará en el desplome de su moneda una especie de malla de contención para el siguiente año debido a la vocación exportadora del país, dijeron expertos.
Los mercados bursátil y cambiario chilenos vivieron una positiva jornada debido al alza de las acciones locales y la apreciación de la moneda local frente al dólar.
Mientras la Bolsa de Comercio de Santiago anotaba su cuarta sesión de avance consecutivo, el peso cayó fuertemente frente al dólar al inicio de la semana.
El peso chileno se apreció, frente al dólar, en un 1,31%, al cotizarse en puntas de 839,20 pesos vendedor y 839,50 pesos comprador.
Al cierre de la jornada la moneda nacional recupera 24 centavos, o 1.01%, con lo que cotiza en 23.75 por dólar; con esto el peso consigue hilar cinco sesiones debajo de las 24 unidades.
El peso mexicano perdió el impulso con el que comenzó esta jornada de miércoles y terminó con un retroceso frente al dólar que lo acercó a los 25 pesos por billete verde.
El peso chileno cerró con baja de un 0,19%, manteniendo la cotización del dólar cercana a los 860 pesos.
Si hay una divisa que ha ganado fortaleza con la coronavirus esa es la japonesa. El yen es la única de las grandes divisas del planeta que se revaloriza frente a sus diez cruces más negociadas del mundo desde que comenzó la crisis del coronavirus en el mundo occidental a mediados de febrero
Es verdad que la crisis del coronavirus está afectando con mayor intensidad (en términos de PIB) a los países desarrollados. No obstante, el impacto está siendo global, generando una aversión al riesgo en los mercados que afecta sobre todo a los activos denominados en divisas emergentes. Cuando el miedo azota, los inversores suelen buscar refugio en el oro, el dólar o el yen a la par que huyen de activos en divisas menos estables como la lira turca o el real brasileño. Esto genera una brusca depreciación del tipo de cambio de estos países, que a su vez retroalimenta las salidas de capital, reduciendo sus reservas de divisas y dejando poco margen de actuación a su banca central. Mientras que la Fed o el BCE pueden lanzar programas de estímulos casi infinitos sin prestarle demasiada atención a lo que pase con el dólar y el euro (además no suelen sufrir grandes oscilaciones), los bancos centrales de los países emergentes suelen tener las manos atadas, puesto que unas políticas monetarias expansivas (imprimir más divisa nacional) pueden acentuar la depreciación del tipo de cambio y generar una fuga de capital en toda regla hundiendo sus reservas de divisas. Esto es lo que se conoce como la trinidad imposible: la inviabilidad de mantener un tipo de cambio fijo, libertad de movimiento de capitales y una política monetaria autónoma al mismo tiempo.
El peso y el IPC, principal índice de la bolsa en México, ganaron el viernes al igual que la mayoría de plazas a nivel global tras una caída sorpresiva en la tasa de desempleo de Estados Unidos que elevó las expectativas de un repunte económico más rápido tras los efectos producidos por la propagación del coronavirus.
Si hay algo que ha llamado la atención en el mercado de divisas en los últimos compases del semestre que terminó ayer ha sido la debilidad que ha reflejado el dólar estadounidense. Un comportamiento que se ha puesto más de manifiesto aún si cabe ante el incesante aumento del número de infectados por Covid-19 en EEUU en las últimas semanas.
BBVA revive la pesadilla turca de hace dos veranos, cuando los desequilibrios de su economía pusieron contra las cuerdas su moneda. Hoy, sin los deberes hechos, Turquía se encuentra en el foco de los mercados ante las consecuencias del coronavirus, entre ellas un desplome de una de las fuentes de su riqueza, el turismo. Desde hace semanas, la lira viene registrando fuertes caídas, que están pesando sobre la cotización de los bancos, entre ellos la filial del grupo español, Garanti, en la que depositó grandes esperanzas con una inversión de 7.100 millones de euros.
BBVA revive la pesadilla turca de hace dos veranos, cuando los desequilibrios de su economía pusieron contra las cuerdas su moneda. Hoy, sin los deberes hechos, Turquía se encuentra en el foco de los mercados ante las consecuencias del coronavirus, entre ellas un desplome de una de las fuentes de su riqueza, el turismo. Desde hace semanas, la lira viene registrando fuertes caídas, que están pesando sobre la cotización de los bancos, entre ellos la filial del grupo español, Garanti, en la que depositó grandes esperanzas con una inversión de 7,100 millones de euros.
La libra ha sido siempre el mejor indicador sobre la tensión generada por el Brexit y, ante el último órdago del primer ministro británico, Boris Johnson, se hunde un 3,5% en su cruce con el euro y también con el dólar. Respecto a la moneda común se encuentra a solo un 2% del suelo de la crisis del coronavirus, los 1,065 euros hasta los que se depreció el 18 de marzo.
El riesgo país de Argentina seguía en alza el jueves como respuesta a nuevas restricciones cambiarias que imperan en el país y que golpean a los mercados financieros, dijeron operadores.
La plaza bursátil bolsa de Argentina mostraba negocios en baja el jueves, tras un fuerte derrumbe en la víspera, por ventas pendientes entre papeles líderes al desarmarse carteras de inversores institucionales como reacción adversa a una profundización en el cepo cambiario que rige en el país.
El peso cerró la sesión con una apreciación de 1.22% o 27.3 centavos, cotizando alrededor de 22.12 pesos por dólar, tocando un mínimo de 21.9640 pesos.
El tipo de cambio se ubicará el próximo año entre 21.60 y 22 pesos por dólar, dependiendo entre otros factores del éxito de la contención del coronavirus, de acuerdo con Héctor Magaña, coordinador de Análisis e investigación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) resaltó la necesidad de una discusión de fondo, ante la iniciativa aprobada por el Senado sobre la captación de divisas.
El peso despidió la última sesión del 2020 con una depreciación de 0.25%, al cotizar en 19.95 unidades por dólar.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, tomará hoy posesión de su cargo con una economía que se contrajo el año pasado al menos un 2,4% según las proyecciones que calcula la Reserva Federal. Un revés que contrasta con el crecimiento del 2,3% registrado por China, la única gran potencia que despidió 2020 en positivo.