- mode_comment
(AP).- Para Sonia Fierro, una madre soltera de 53 años, tener una cuenta en un banco siempre fue un anhelo inalcanzable. Sus ingresos como vendedora informal de libros infantiles en las calles de San Victorino, un barrio comercial en el centro de Bogotá, apenas son suficientes para el día a día y nunca sobran para pagar las cuotas de manejo de una cuenta bancaria.