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Miles de restaurantes españoles se encuentran estos días en el alambre, al borde del cierre o la ruina, debido a los problemas derivados de las restricciones de la movilidad por el Covid-19. Ante esta situación, las aplicaciones móviles de envío de comida a domicilio (Glovo, Deliveroo, Just Eat, Uber Eats) o de recogida en el establecimiento han socorrido al sector, aunque en muchos casos de manera tibia. A las anteriores ahora se añaden nuevas iniciativas, como las que propugna la startup española Cheerfy, que podrían calificarse de salvadoras. Se trata de una plataforma que permite a los pequeños, medianos y grandes empresarios de la restauración gestionar sus pedidos online, así como las relaciones con el cliente y ahorrar las comisiones de entre el 20 y el 25% de los marketplaces tradicionales. También incentivan la creación, difusión y gestión de las denominadas 'dark kitchen' (cocinas oscuras o ciegas), que aprovechan la capacidad excedentaria de los fogones de los restaurantes o promueven la puesta en marcha de cocinas en locales sin sala donde se elaboran los pedidos con marcas virtuales.